La ruta que se propone parte de Bolea (aunque se puede iniciar desde cualquier otra población) y se dirige hacia Lierta, pasando junto a Puybolea entre campos de almendros y cerezos. Tras pasar Lierta se adentra en un tramo de carrascal hasta llegar a Banastás, donde se gira a la izquierda por una carretera local que enlaza con Yéqueda. Desde Yéqueda nos queda un tramo por la via de servicio de la autovía hasta llegar a Nueno, donde comienza una preciosa escalada hacia Arguis por una pequeña carretera pacificada sin tráfico, pasando junto al barranco y cruzando algún túnel excavado en la roca. Se debe cruzar la autovía por un paso soterrado y seguir ascendiendo hasta el pueblo de Arguis. Tras pasar junto a Arguis se asciende un poco más y hay que estar atento a un desvío a nuestra izquierda que indica hacia Bentué de Rasal y Rasal por el Valle del Garona. A partir de este punto hasta el puente del Gállego cerca de La Peña el firme es irregular y bacheado, pero el ambiente solitario de la carretera por el fondo de valle compensa cualquier incomodidad. Tras llegar a Rasal, es obligado parar en su fuente de cinco caños con cabezas de león y probar su agua fresca. Tras la parada la carretera continúa hasta llegar al puente y prosigue, ya por mejor firme hacia el embalse de La Peña, pasando junto a las poblaciones de La Peña, Triste y Santa María de la Peña. En este tramo las vistas de la Foz de Escalete y del embalse de la Peña, son el plato fuerte del paisaje que nos rodea. Al llegar a la carretera autonómica, en Santa Marial de la Peña, conectamos con una carretera con mayor tránsito de vehículos (especialmente fines de semana y verano) que desciende por el cañón del río bravo Gállego hacia Murillo de Gállego. Mucha precaución con los vehículos. En este tramo la estampa de los Mallos de Riglos, es sin duda uno de los momentos mágicos de la ruta. Después de Murillo de Gállego, se realiza un tramo de continuos sube bajas hasta Ayerbe. Una vez en la villa de Ayerbe, la ruta gira al norte en dirección al Castillo de Loarre, por una subida mantenida que nos conduce a Loarre. Al llegar a esta población, se continua con tramos de llaneo y cortas ascensiones hacia el final de la ruta en Bolea, pasando cerca de Aniés y teniendo unas bonitas vistas de la Sierra de Caballera, el Castillo de Loarre y las paredes donde se enclava la ermita rupestre de la Virgen de Aniés. Una ruta cicloturista de cinco estrellas. Uno de las imprescindibles de carretera en la provincia de Huesca.
RUTA DE SEGUIMIENTO GPS